miércoles, 26 de octubre de 2016

Anecdotario tranviario Parte II. Tranvía y algo de espectáculo.


He intentado en vano localizar alguna letra jotera alusiva al tranvía de mulas, no pierdo la esperanza de encontrar alguna, me resisto a creer que el carácter zaragozano se resistiera a su vez a cantarle al tranvía en positivo o en negativo.  

No así, sí que encontramos una relación musical-tranviaria de la que ya se hacía eco Blasco  Ijazo, quien recuerda  un cuplé alusivo al tranvía que se interpretó en el tristemente desaparecido Teatro Pignatelli. Construído en 1878 y derribado en 1915,  sito entre la actual Plaza de Santa Engracia y la calle Juan Bruil, fue obra del Arquitecto Félix Navarro. La  Historiadora del Arte y profesora de la Universidad de Zaragoza Amparo Martínez Herranz, nos proporciona una detallada descripción del desaparecido edificio, en su artículo “Teatro Pignatelli o el sueño de un teatro de verano”:



 
Imágenes del Teatro Pignatelli hacia 1900

con una  novedosa estructura de hierro sus espacios se separaban y cerraban mediante ladrillo, yeso, madera y lona. Al exterior se presentaba como una construcción de fachada sobria, dentro de un eclecticismo severo de línea clasicista, que quedaba matizado en los laterales mediante las galerías abiertas, cubiertas por toldos y rodeadas de jardines, que continuaban el recorrido en planta de herradura de la sala, dejando de este modo adivinar y leer desde el exterior la estructura de su espacio interior, destinado a albergar a cerca de 2.000 espectadores.

La sala para el público tenía un amplio patio de butacas, dieciséis plateas, y un segundo piso con dieciocho palcos, que se convertían en entrada de anfiteatro en el tramo central del recorrido. El escenario, montado según los últimos adelantos de la época, era grande y permitía la celebración en el mismo de todo tipo de espectáculos…

….Además estaba dotado de diversas estancias en torno a la sala, destinadas a servicios tales como los de vestíbulo de acceso y tesorería, contaba con un jardín trasero, en el que se construyó un pabellón independiente destinado a café-restaurante.”

Como decíamos fue en este Teatro donde el actor D. Bonifacio Pinedo interpretó un cuplé dentro de la revista titulada “Cuadros disolventes” de Perrin y Palacios:

“El que quiera probar cosa buena

Que se monte un día ¡Ay!

En algún tranvía ¡Ay! De esta capital

Descarrila tres o cuatro veces desde aquí a Torrero ¡Ay!

Y grita el cochero ¡Ay!

Y habla mucho y mal

 
Cartel de la Revista en un acto titulada Cuadros Disolventes de los Sres. Perrin y Palacios con música del maestro Nieto.

 
 
 
Dos caricaturas del actor Bonifacio Pinedo publicadas en la revista El Madrid Cómico.
Al parecer Pinedo fue un exitoso actor en la época que aparece mencionado en innumerables documentos relacionados con el mundo teatral.

Por Nieves García-Arilla Oliver.

 

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