lunes, 28 de octubre de 2019

Fotografías tranviarias, pequeños tesoros.

Este verano se publicaban en el proyecto GAZA (Gran Archivo Zaragoza Antigua) dos imágenes que al parecer integran un cuadernito con vistas de Zaragoza, cedidas a dicho proyecto por Fico Ruiz.

 José María Ballestín y Antonio Tauset, han datado ambas imágenes en 1895 y hablan de la posibilidad de que sean fotografías del estudio Coyne.




La primera de ellas es una imagen de la Plaza Constitución (actual Plaza de España), a la derecha de la imagen un tranvía de mulas viene hacia nosotros, por delante de él, dos viandantes se disponen a cruzar tranquilos, no es necesario apresurarse. Uno de ellos tocado elegantemente, con un sombrero que se nos hace extraño, casi parecería un personaje de otras tierras, quien sabe, quizá un huésped del Hotel Europa de los Zopetti, de hecho acaba de salir de allí dirigiéndose a comprar  unos dulces a la Flor del Almibar. Semiescondida por los árboles se adivina la fuente de Neptuno, y como telón de fondo la Diputación Provincial de Zaragoza con su cuco remate semicircular. Paseantes varios y una carreta completan el conjunto. Quien sabe de dónde viene y a dónde va este tranvía, quizá a la estación de Cappa a llevar a algún viajero a poner rumbo hacia el Bajo Aragón,  o tal vez se trate del trayecto Circunvalación y se dirija hacia el camino del Ebro en relajada marcha, si es así pasará por delante de la universidad. Si su destino no fuera ninguno de los dos anteriores, bien podría tomar la angosta calle de Don Jaime y acabar cruzando el río por el puente de piedra en dirección a la estación de Barcelona.




En esta segunda imagen nadie diría que lo inmortalizado es el transitadísimo Paseo de Sagasta, antiguo camino de Torrero. Se distinguen las vías de la línea que tenía como objetivo alcanzar las playas de Torrero. Una línea muy concurrida sobre todo en días de asueto, ya que prometía un destino de calma alejado de la bulliciosa ciudad. Estamos en el inicio del camino,  a nuestra derecha el desaparecido velódromo, a nuestra izquierda el inicio del Paseo de las Damas, atrás hemos dejado el desaparecido puente sobre el Huerva, desaparecido el puente y desaparecido el río (al menos a nuestros ojos). 

Por Nieves García-Arilla Oliver