martes, 23 de junio de 2020

Las verbenas de San Juan en las playas de Torrero



Según la Biblia, el 24 de junio nació San Juan el Bautista, su padre, Zacarías mandó encender una hoguera para celebrar el nacimiento del añorado hijo que le había sido anunciado por el Ángel San Gabriel.

La tradición de la celebración de la noche de San Juan es antigua en gran parte de nuestro país, con especial relevancia en la zona de Levante. Marca además, el inicio de las vacaciones estivales para niños y jóvenes y se trata de uno de los días con más horas de luz del año.

Aquí, en Zaragoza, como en muchos pueblos y ciudades de España se ha venido celebrando a lo largo de los años la verbena de San Juan.

A continuación les comparto un par de crónicas de periódicos sobre la verbena de San Juan de 1890 y 1900 en las playas de Torrero.

Playas de Torrero. Hauser y Menet.


Martes, 24 de junio de 1890:


La  Derecha

"Han sido una noche y una madrugada en la que ha sido muy visitada la playa de Torrero. Las barcas, el vapor y los tranvías han atraído a lo más “fin de siecle” de los aficionados."


Domingo, 24 de junio de 1900:

Diario de Zaragoza

" La verbena de San Juan.

Había circulado el rumor de que las autoridades iban a suspender, para evitar escándalos, la verbena de San Juan, rumor que fue desmentido.

Desde primera hora de la tarde hasta la madrugada la animación en la Playa de Torrero ha sido y continúa siendo extraordinaria. La alegría reina en el gran café y se consumen churros y licores y de alguno, llamado aguardiente, se hace un gran consumo.

Los tranvías suben a la hora en que escribimos estas líneas completamente llenos de madrugadores y nos permitimos llamar la atención del alcalde y de la empresa, rogándoles que pongan término a la situación de todos los días y en especial los festivos en la plaza de San Francisco en la que el público apostado a la espera del tranvía de Torrero, se precipita sobre ellos asaltándolos sin consideraciones con las señoras que se ven privadas de hacer uso del tranvía de no pagar doble precio haciendo el viaje de regreso desde la puerta de Santa Engracia.

Anoche, nos consta, que hubo bofetadas por esta misma causa a la que se han de poner término inmediato."

Góndola Pignatelli. 1900.

Góndola Santa Cecilia. 1900.


Son diversas las fuentes que describen la animación veraniega en las playas de Torrero durante la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX. Hoy se diría que la zona tenía una gran oferta de ocio, varias atracciones para niños, puestos ambulantes de comida, el vapor, las barcas, y un poquito más allá la preciosa quinta de recreo conocida como Julieta, todo ello, hacía las delicias de los paisanos que se acercaban a las inmediaciones del canal, a la altura del puente de América, principalmente los festivos de los meses estivales.


!Feliz noche de San Juan!

Por Nieves García-Arilla Oliver.

jueves, 4 de junio de 2020

Las cartas de Oraá. 1881.



Allá por 1881, cuando Modesto Torres Cervelló andaba inmerso en la redacción del proyecto de un tranvía de tracción animal para Zaragoza, en Bilbao nos llevaban algún año de ventaja; allí, ya tenían funcionando su flamante tranvía de sangre que iba de Bilbao a Las Arenas, cuyo proyecto había sido redactado por el ingeniero Laureano Gómez de Santamaría y coetáneamente se estaba construyendo el tranvía urbano en Bilbao y el tranvía de Bilbao a Algorta.

Junto al proyecto original de Torres Cervelló aparecieron anexas tres cartas manuscritas fechadas en 1881 que eran las respuestas de José Manuel Oraá a tres cartas de su amigo Torres Cervelló en las que les solicitaría datos e informaciones de diferente índole.

Cuando empecé a indagar quien era Oraá, encontré en internet unas breves notas biográficas y decidí llamar a la Farmacia Oraá en Santurce, en una intentona algo rocambolesca (lo reconozco) de, primero saber si eran sus descendientes y si lo eran, intentar conseguir las tres cartas de Torres a Oraá. Y por suerte y al primer intento conocí a María Oraá, efectivamente descendiente del anterior y quien amablemente me explicó que conservaban documentación de su antepasado y que buscarían lo que yo pedía. Desafortunadamente, no se encontraron las cartas, pero me sirvió para descubrir la figura de este ingeniero guipuzcoano y para reflexionar sobre la pertenencia de sagas familiares de varias generaciones a un lugar geográfico al que están indefectiblemente unidas.

“José Manuel de Oraá Aizquibel nació en Ichaso, de donde era su madre, cerca de Zumárraga, un cinco de agosto de 1838 y murió en Santurce, Vizcaya, el catorce de noviembre de 1906; era hijo de José Santos de Oraá Elorza, nacido en Legazpia en 1813, y Eusebia Manuela de Aizquibel, nacida en Ormáiztegui en 1807. José Manuel casó en Zumárraga en 1870 con María Ignacia Mendía Mendía, nacida en Ezquioga en 1851 que habría de fallecer en Santurce en 1908”… ”en Santurce donde establecieron su residencia de una forma definitiva después de haber pasado por Portugalete y Baracaldo. Y sería en Santurce donde habrían de morir tanto José Manuel, en 1906, como María Ignacia, en 1908.”

Pero, ¿qué relación tenían Modesto Torres Cervelló y José Manuel de Oraá?

Ambos habían nacido en 1838, José Manuel el 5 de agosto, Modesto el 11 de marzo, por lo que habían sido compañeros de la promoción de 1858 del Real Instituto Industrial de ingenieros de Madrid. Además, ambos habían ganado sus respectivas plazas como almotacenes o “fieles contrastes” de pesas y medidas, José Manuel en Bilbao (1880) y Modesto en Zaragoza (1881). Es pues lógico pensar que tenían una relación de amistad, fraguada en su etapa de estudios en Madrid y que posteriormente se mantuvo además por su profesión, en ambos casos ligada al transporte público y a la incipiente urbanización de sus respectivas ciudades. José Manuel firma sus cartas como “tu amigo y compañero”.

También,  y como dato curioso, según el artículo de Alberto Pérez Laborda,Los Oraá vizcaínos del siglo XIX”, el abuelo de José Manuel habría tenido una fábrica de cerillas “Su abuelo Andrés Oraá Yzaguirre tenía además en Zumárraga una fábrica de cerillas, de la marca Miraflor, que podemos suponer fue uno de los primeros pasos de la industrialización de Zumárraga; vivía en la calle Legazpi y allí habría de nacer, no lejos de las cerillas, José Manuel de Oraá Mendía, su nieto mayor” así mismo sabemos que Modesto Torres Cervelló tuvo también su propia fábrica de cerillas llamada “El cometa” sita en la Calle 5 de marzo.

En 1881, el año en que están fechadas las cartas que nos ocupan José Manuel estaba trabajando como ingeniero en la industria minera con la familia Ibarra, en las minas de la Arboleda, mientras Modesto trataba de redactar el proyecto de tranvía de sangre para Zaragoza.

Posteriormente José Manuel trabajaría a su vez en el proyecto para construir el ferrocarril de vía estrecha entre Valmaseda y la Robla que, en 1894, se prolongaría para llegar a León y Bilbao conocido como el Ferrocarril de la Robla. Proyecto que entrañaba no pocas complicaciones técnicas ya que el trazado asciende hasta los 1.196 metros de altura en un lugar en el que en invierno se pueden produzcen nevadas superiores a un metro de espesor;

Las tres cartas manuscritas contienen información sobre el proyecto del tranvía urbano para Bilbao y también sobre el tranvía ya funcionante de Bilbao a Las Arenas.


Landaburu Hermanos. Tranvía urbano de Bilbao tirado por mulas.


Tríptico informativo del servicio de verano del tranvía de Bilbao a Las Arenas y a Algorta. 1880.


“Hay que tener presente que el tranvía de Bilbao a Las Arenas tiene 14 Km y una pendiente muy pequeña (bajando a las Arenas) que no llegará al 2%; que sale de cada extremo un coche en general cada cuarto de hora que el trayecto dura una hora justa y que el servicio de verano es doble cuando menos del de invierno. Servicio de mercancía se hace de noche.

En invierno tienen sobre 100 caballerías. Se engancha cada par de caballerías, que tiran de un coche, en el tranvía ascendente, unos 500m escasos antes de llegar a Bilbao, donde están las cuadras.

Recorridos los 500, o sea al llegar a Bilbao descansan ¼ de hora (porque al llegar un tranvía, sale el otro) por supuesto sin desenganchar; amarran el cuarto y van de un tirón a las Arenas, donde tienen otras cuadras y les dan un pienso.

Al cabo de tres o cuatro horas vuelven a engancharse y llegan a las cuadras de Bilbao donde se hace el relevo de caballerías.

No hacen más servicio en invierno, de modo que son 28 Km lo que recorren en tres tiempos, uno corto y dos más largos. Esto es sin duda porque no conviene que la caballería esté al aire después de haber ---------¿

En verano no puede haber servicio tan regular porque se ven obligados a salir cada cuarto de hora dos y tres coches; de modo que obligan a las caballerías a hacer 1 y media y hasta dos veces el camino indicado, habiendo ocasiones en que no les quitan los aparejos en todo el día, pero esto depende del grandísimo movimiento que aquí hay en esa época. Finalmente enganchan 3 caballos para dos coches, dos en lanza y uno delante de todos modos la regla debe ser en mi concepto que cada caballo no recorra más de 40 kilómetros diarios en pendiente suave en unos 4 relevos y no más 30 kms a pendiente que llegue al 4%.

En las cuadras tienen un mozo por cada seis caballerías y además un jefe de cuadra.

Los conductores y cocheros no tienen más relevo durante el día que unos ¾ de hora para comer en Bilbao, según van llegando y combinando con otros que viven en La Arenas. En invierno les dan un día de vacante cada 15 días, pero si hay uno o más enfermos tienen que perder ese día y suplir a los ausentes. En verano no descansan más que para comer los ¾ de hora indicados y tienen un servicio penosísimo.”

“Creo que van contestadas las preguntas que me haces, pero me han dicho que es probable puedan sacarme una copia de la parte de la memoria del tranvía de Bilbao a Santurce que se recibirá para abril, referente al servicio y en el caso en que me lo manden te lo remitiré enseguida.

El ancho de vía es 0.65 entre bordes interiores de carriles y los tirantes van espaciados de 1.50, de grapa a grapa hay un metro.

Me han asegurado que los carriles de hierro del tranvía de Algorta se “esfolian” creo pues que debes decidirte por carriles de acero cuyo precio se diferencia poco del de aquellos. Con los ferro-carriles estrechos que hay aquí, ordinariamente las vías de bajada o de vagones cargados son de acero y las de subida de hierro. Nosotros tenemos en explotación un ferrocarril de 0.75 de ancho con railes de hierro belgas y da buen resultado, pero fueron comprados durante el alza del hierro. Esto te probará que aquí, en el país práctico, hay de todo; pero la tendencia hoy es a tomar rail de acero que es más duradero.

El número de coches depende de la circulación o movimiento. El tranvía de las Arenas no baja de 80 carruajes de viajeros y unos 20 de mercancías, pero sabes que hay un movimiento grandísimo en ese trayecto y además tiene 14 Km, que tarda en recorrer una hora justa, saliendo cada ¼ de hora de los extremos (Bilbao y Las Arenas) cada carruaje lleva dos caballerías y para dos carruajes tres caballos, pero no hay pendiente que llegue al 3%.”

Por Nieves García-Arilla Oliver.