lunes, 25 de mayo de 2020

Las mulas, esas protagonistas con alma de actrices secundarias. Parte II. Crónica de sucesos: coces, algún mordisco y trabajo duro.



No son pocas las noticias encontradas en los periódicos de la época narrando diferentes percances tranviarios, percances que tuvieron como protagonistas a las caballerías que tiraban de los tranvías de tracción de sangre, que circularon por las calles zaragozanas entre 1885 y 1902.

No quiero comenzar a desgranarlas sin antes agradecer a Juan Antonio Peña su ingente labor de documentación en los archivos municipales (y en todos aquellos que se le pongan por delante).

Pues sin más, metámonos en harina, nos encontramos con varios accidentes provocados por coces y mordiscos:

Miércoles, 12 de junio de 1901 Diario de Avisos. Sucesos:

“Ayer tarde a las 6 ingresó en el hospital un muchacho de 14 años de edad, llamado Luis González, habitante de la casa números 72 de la calle de la Hilarza con una herida contusa en la región parietal izquierda, interesando el cuero cabelludo y fractura del occipicio. Pronóstico grave.
El citado muchacho hacía el oficio de encuartero (*) en los tranvías y conducía varias bestias para los cambios de tiro por el puente de piedra, cuando una de las caballerías soltó un par de coces, hiriendo al muchacho y dejándolo sin sentido. Fue auxiliado rápidamente y conducido al hospital.”

(*) encuartero: Mozo que va al cuidado de las bestias de encuarte (enganche).

Miércoles, 11 de septiembre de 1901 Diario de  Avisos. Sucesos:

“Un obrero de la empresa de tranvías ha sido conducido hoy al hospital con una herida en la cara causada por una patada de una caballería. La herida ha sido clasificada como pronóstico reservado.”

Viernes, 19 de febrero de 1897 La Derecha. Sucesos: 
 
“En la plaza de la Magdalena fue mordido ayer tarde por un caballo de un coche-tranvía un niño de seis años llamado Gonzalo Boca Conde el cual resultó con fuertes contusiones en el pecho que le fueron curadas en el hospital, marchando luego a su domicilio.”

También hay varias quejas de usuarios por las condiciones de fatiga de los animales, que producen retrasos:

Sábado, 12 de junio de 1897 La Derecha:

“La Empresa del servicio de tranvías se ha propuesto aburrir al público y un día ocurrirá un escándalo gordo.
Unas veces descarrilamientos a porrillo, que convierten el trayecto más corto en un viaje de emociones como si se atravesara el más quebrado país del mundo; otras veces paradas interminables por la fatiga del ganado, que obliga a los viajeros a dejar el coche, al mayoral a perder los estribos y al público a comentar cómo se está abusando de su paciencia.
En la línea de Circunvalación daba gusto viajar ayer por la tarde: la empresa apura tanto el ganado o éste es de tan pésimas condiciones que anda cuando le parece, y así el servicio no puede continuar.”

Lunes, 21 de junio de 1897 La Derecha:

“La Empresa de tranvías es incorregible. A pesar de las amonestaciones que a diario se le hacen para que mejore el servicio, sigue tan indiferente y tan poca amiga de servir al público.
La noche del Corpus notamos en la plaza de la Constitución que uno de los tranvías de la línea Bajo Aragón-Madrid estuvo más de un cuarto de hora detenido a causa de que la única mula que conducía el coche, por el mucho peso, no podía andar.
Pide el periódico que se haga el servicio los días de fiesta con dos mulas.”

Esta noticia evidencia que no siempre los tranvías iban tirados por dos animales, como comentamos en la primera parte de esta serie de entradas dedicadas a las mulas. En algunos casos, desconocemos si por problemas económicos o por problemas con el parque de animales, sólo tiraba del coche un animal, con el consiguiente sobre esfuerzo. Así se puede constatar en la foto de la familia Rios, que es imagen de este blog, en la que se puede observar como solo tira del pequeño tranvía de la derecha un animal. Lo mismo, se puede apreciar en la siguiente imagen:

Hubert Vafier. Plaza del mercado 1891.Tranvía tirado por un solo animal.

Fotografía perteneciente a la colección particular de la familia Ojeda, publicada en el blog del Centro de Estudios Borjanos en 2016. De nuevo vemos como el tranvía es tirado por un solo animal.

Jueves, 4 de junio de 1896 Heraldo de Aragón :

“Con fecha de ayer un vecino de Zaragoza presentó al Gobernador Civil de la provincia, una razonada comunicación, denunciando un hecho contra la empresa concesionaria de los tranvías.
Dícesenos que la aludida carta obedece a que varias personas que iban en el coche número 14, el domingo último no pudieron llegar a la hora oportuna a los toros, porque en la Plaza del Carmen se vieron precisados a hacer una parada de 20 minutos por las malas condiciones de la caballería que arrastraba el coche expresado.”

Viernes, 5 de junio de 1896 Heraldo de Aragón:

“El Gobernador civil ha dado las órdenes oportunas para que el subdelegado de veterinaria examine el ganado de tranvías, con objeto de evitar la repetición de hechos como el ocurrido el domingo pasado que motivó las justísimas quejas de los viajeros.
Buena falta hace que el gobernador tome con energía cartas en el asunto de los tranvías y ponga los medios para evitar los constantes abusos de la compañía belga.”


Por Nieves García-Arilla Oliver y Juan Antonio Peña Gonzalvo


                                              


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