viernes, 8 de mayo de 2020

Las mulas, esas protagonistas con alma de actrices secundarias. Parte I.



Es de justicia dedicar una entrada de este blog a las mulas o caballerías, fuerza de tracción utilizada en los conocidos, por este motivo, como “tranvías de sangre”. A aquellos tranvías que tenían como motor la fuerza animal, se les llamaba así para diferenciarlos de los de vapor.

Sin estos animales, antes de la llegada de la electricidad, el movimiento de cargas y grandes pesos hubiera sido impensable.

Durante prácticamente toda la historia de la humanidad, ya desde el neolítico (cuando se comienza a domesticar) y sobre todo antes del desarrollo industrial, los animales han constituido un bien preciado, una herramienta indispensable para trabajos que requerían de fuerza bruta. Animales de carga, animales de tiro, animales de monta, muy utilizados sobre todo en el mundo agrícola.

Para las empresas de tranvías de tracción animal, que prestaban este servicio en los diversos países del mundo, la compra de estos animales era la principal inversión que debían realizar.

La explotación tranviaria con caballerías era muy onerosa ya que los animales necesitaban comida, bebida, un lugar para descansar, cuidados veterinarios, herrajes, medicinas, y la gestión de los residuos producidos (gestión del estiércol). Se requería por tanto personal específico para su mantenimiento (veterinarios, cuadreros, herreros, encuarteros (*) … que ayudaban a los cocheros en el cambio de sentido de los tranvías).

 (*) Encuarte: Yunta o caballería de refuerzo que se añade a las que tiran de un vehículo para subir las cuestas o salir de los malos pasos.

La Sociedad Los Tranvías de Zaragoza, ya en el proyecto original redactado en 1882 por D. Modesto Torres Cervelló, contemplaba lo siguiente:

En cuanto a caballería no hay más remedio que acudir a los datos prácticos, y de los que he podido recoger en las varias líneas de Barcelona, Bilbao etc… resulta que cada coche tirado por dos caballerías necesita por término medio en las 14 horas diarias  de trabajo (de 8 a 10) tres tríos  o sea 6 caballerías  lo que da para cada trío un recorrido de 60 Kilómetros próximamente  servicio que puede hacerse en las condiciones de esta línea dando auxilio en la subida de Torrero único punto de trabajo y distribuyendo el recorrido de cada trío en dos o más tandas de trabajo al día; de este modo ha de poder hacerse el trabajo con perfecta regularidad y sin menoscabo de la fuerza animal, resulta pues al todo 48 caballerías y contando las enfermas y auxilio de pendientes podría aumentarse hasta 60 caballerías el total que es el tipo que fijo en los presupuestos.”

En la práctica, cada coche habitualmente iba tirado por dos animales que a mitad de la jornada (entre una y dos de la tarde según el cronista Blasco Ijazo) se sustituían. Y digo habitualmente, porque parece ser que hubo momentos en los que tan solo tiraba, de alguno de los modelos de coche pequeños, un animal.

El cambio se hacía para las líneas Arrabal y Circunvalación, en la ribera (Paseo del Ebro, actual Echegaray y Caballero) y para Bajo Aragón y Torrero, en cocheras. En el caso de la línea de Torrero, se contó con un tercer par de mulas para el último tramo del trayecto.



Fuente visual: Rails i ferradures. http://railsiferradures.blogspot.com/ Autor, fecha y lugar desconocidos. La imagen nos muestra el desenganche de la caballería, probablemente para un cambio de sentido.

Se llegaron a realizar pruebas para sustituir una pareja de mulas por un caballo percherón, pero no terminó de dar los resultados esperados.

Las mulas, debido al esfuerzo realizado tenían una vida útil corta que, habitualmente, no llegaba a los cuatro años.

Parece que, en un primer momento, la Sociedad Los Tranvías de Zaragoza empieza a explotar el servicio contando con una contrata que se encargaría de los animales, pero apenas un mes después del inicio de la explotación, en el acta de diciembre de 1885, el gerente, Sr. Torres, manifestaba que “tenía recibidos más 12 caballerías que había comprado para empezar la tracción por administración, puesto que la contrata había dado malos resultados.”

A continuación, algunas transcripciones sobre la adquisición de animales que aparecen en el Acta de la Sociedad Los Tranvías de Zaragoza:

El 17 de mayo de 1886:

“Se acuerda la adquisición de caballerías hasta llegar a 36 bestias”

 El 26 de junio de 1886:

Se acuerda que se aproveche alguna oportunidad para adquirir algunas más y del mismo modo adquirir paja, cebada, maíz y habas.”

El 20 de agosto de 1886:

“Dio cuenta el Sr. Torres de haber adquirido nueve mulos y haberse muerto dos en estos últimos días, añadiendo que sospechando hubieran muerto por el calor que se ha sentido en las cuadras, hizo un tinglado de desahogo donde se pueden albergar varias caballerías que dejan anchas a las de las cuadras.”

30 de agosto de 1886:

Se autoriza al Sr. Gerente para que acompañado de quien crea necesario vaya a la feria próxima de Barbastro con objeto de adquirir ganado para la Sociedad.”
31 de enero de 1887 

“El Sr. Torres hizo presente que tal vez haría falta comprar algún ganado para la nueva explotación y el consejo acuerda autorizarle para la compra de lo que considere necesario.”

La empresa llegó a contar con alrededor de un centenar de animales en sus cocheras, instaladas desde el principio en la actual calle Miguel Servet (Peña y Valero, 1986: 20-23).



Año
Nº animales
1885
11
1886
64
1887
83
1888
87
1889
93
1890
87
1891
84
1892
77
1893
73
1894
71
1895
75
1897
71
1898
76
1901
100


*faltan datos de 1896 y de 1899.

Conocemos los nombres de aquellas que se afanaron en llevar tras de sí los tranvías por las calles zaragozanas, y esto es gracias al libro de inventario de la Sociedad Los Tranvías de Zaragoza donde, además de la fecha de adquisición aparecen sus nombres, ya que al ser adquiridas eran bautizadas y también matriculadas.

Transcribimos, por curiosidad, el parque de ganado de 1890.

Nombre

Nombre

Nombre

1
Navarro
macho
49
Marinero
macho
98
Quebrado
macho
2
Arrogante
50
Teniente
99
Bruto
3
Niño
caballo
51
Cabritero
100
Perita
mula
 6
Artillero
macho
52
Soriano
101
Cesar
caballo
7
Carbonero
53
Patatero
102
Nano
macho
8
Peludo
54
Catalán
103
Chato
caballo
10
Morico
56
Torrero
caballo
104
Augusto
macho
11
Cabrito
59
Chaval
macho
105
Taquillero
13
Garboso
60
Pelotas
109
Parra
16
Noble
63
Rumboso
caballo
110
Justo
20
Gitano
64
Castaño
114
Juana
mula
21
Cadete
65
Frances
116
Benasqués
macho
22
Bayo
66
Marcos
macho
117
Aspirante
23
Canoso
68
Lagunas
118
Peregrino
24
Pastora
mula
69
Culebra
119
Arcipreste
26
Perico
macho
72
Colchoné
127
Reservado
27
Tordillo
caballo
73
Tordillo
129
Coronel
30
Mallorquina
mula
74
Diputado
130
Obispo
31
Platero
macho
75
Esquilador
131
Retaco
33
Pequeño
78
Cogullada
132
Castaño
34
Tordilla
mula
79
Cantinero
133
Gallardo
35
Galán
macho
80
Cariñena
134
Labrador
37
Serrano
83
Mediano
135
Cazador
38
Aldeano
84
Manchego
136
Corzo
40
Frascuelo
85
Melero
137
Pajaritp
41
Arzobispo
89
Baturro
138
Peregrina
mula
43
Sacristán
91
Cotorro
139
Señorita
45
Valiente
92
Sereno



46
Feo
94
Almoldano



48
Capitán
97
Carruchas




En total 72 machos, 8 caballos y 7 mulas.

Ijazo en 1895 hace referencia a algunos de los nombres de las caballerías y a como las arengaban durante el viaje:

La lentitud de la marcha permitía en algunas ocasiones bajar, dar un recado y volverlo a tomar… la gente de la plataforma hablaba con el conductor y en aquel ambiente de campechanía hasta se conocían los nombres de las más briosas caballerías entre las 150 dispuestas. Y se las jaleaba con el conductor para ganar en la planta ¡! Arrea trovador, Generala…!!Bueno, Careto, Cueva, Panadera, Brillante!... ¡Anda manitas, Estudiante, Anarquista!...!Toma Milor!...

De los años en los que la Sociedad Belga “La Unión des Tramways” adquirió “Los Tranvías de Zaragoza” no se conservan los inventarios, lo cual no impide que sepamos, gracias a la memoria de 1902, que se compraron, para la ampliación y mejora de las líneas en servicio y para el aumento de material móvil, 27 coches y 61 caballerías.

Treinta y nueve coches y sesenta y una caballerías existían cuando los belgas se hicieron cargo. A su vez. la Sociedad Los Tranvías de Zaragoza se hizo cargo al retomar el negocio a “La Unión des Tramways” de sesenta y seis coches y ciento treinta y seis caballerías. (memoria 1902).

Por Juan Antonio Peña Gonzalvo y Nieves García-Arilla Oliver.





2 comentarios:

  1. Excelente aportación, si comienza a encontrarse documentación sobre los carruajes y lineas de tranvías de tracción animal, son muy escasas las que se refieren a mulas y caballos tractores.
    Esperamos con ganas la continuación.
    Saludos.
    Sebastiâ i Ferran Lería

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