No son pocas las noticias encontradas en los periódicos de
la época narrando diferentes percances tranviarios, percances que tuvieron como
protagonistas a las caballerías que tiraban de los tranvías de tracción de
sangre, que circularon por las calles zaragozanas entre 1885 y 1902.
No quiero comenzar a desgranarlas sin antes agradecer a Juan
Antonio Peña su ingente labor de documentación en los archivos municipales (y
en todos aquellos que se le pongan por delante).
Pues sin más, metámonos en harina, nos encontramos con
varios accidentes provocados por coces y mordiscos:
Miércoles, 12 de junio de 1901 Diario de Avisos. Sucesos:
“Ayer tarde a las 6 ingresó en el
hospital un muchacho de 14 años de edad, llamado Luis González, habitante de la
casa números 72 de la calle de la Hilarza con una herida contusa en la región
parietal izquierda, interesando el cuero cabelludo y fractura del occipicio.
Pronóstico grave.
El citado muchacho hacía el oficio de
encuartero (*) en los tranvías y conducía varias bestias para los cambios de
tiro por el puente de piedra, cuando una de las caballerías soltó un par de
coces, hiriendo al muchacho y dejándolo sin sentido. Fue auxiliado rápidamente
y conducido al hospital.”
(*) encuartero: Mozo que va al cuidado
de las bestias de encuarte (enganche).
Miércoles, 11 de septiembre de 1901 Diario de Avisos. Sucesos:
“Un obrero de la empresa de tranvías
ha sido conducido hoy al hospital con una herida en la cara causada por una
patada de una caballería. La herida ha sido clasificada como pronóstico
reservado.”
Viernes, 19 de febrero de 1897 La Derecha. Sucesos:
“En la plaza de la Magdalena fue
mordido ayer tarde por un caballo de un coche-tranvía un niño de seis años
llamado Gonzalo Boca Conde el cual resultó con fuertes contusiones en el pecho
que le fueron curadas en el hospital, marchando luego a su domicilio.”
También hay varias quejas de usuarios por las condiciones de
fatiga de los animales, que producen retrasos:
Sábado, 12 de junio de 1897 La Derecha:
“La Empresa del servicio de tranvías
se ha propuesto aburrir al público y un día ocurrirá un escándalo gordo.
Unas veces descarrilamientos a
porrillo, que convierten el trayecto más corto en un viaje de emociones como si
se atravesara el más quebrado país del mundo; otras veces paradas interminables
por la fatiga del ganado, que obliga a los viajeros a dejar el coche, al
mayoral a perder los estribos y al público a comentar cómo se está abusando de
su paciencia.
En la línea de Circunvalación daba
gusto viajar ayer por la tarde: la empresa apura tanto el ganado o éste es de
tan pésimas condiciones que anda cuando le parece, y así el servicio no puede
continuar.”
Lunes, 21 de junio de 1897 La Derecha:
“La Empresa de tranvías es
incorregible. A pesar de las amonestaciones que a diario se le hacen para que
mejore el servicio, sigue tan indiferente y tan poca amiga de servir al
público.
La noche del Corpus notamos en la
plaza de la Constitución que uno de los tranvías de la línea Bajo Aragón-Madrid
estuvo más de un cuarto de hora detenido a causa de que la única mula que
conducía el coche, por el mucho peso, no podía andar.
Pide el periódico que se haga el
servicio los días de fiesta con dos mulas.”
Esta noticia evidencia que no siempre los tranvías iban
tirados por dos animales, como comentamos en la primera parte de esta serie de entradas
dedicadas a las mulas. En algunos casos, desconocemos si por problemas
económicos o por problemas con el parque de animales, sólo tiraba del coche un
animal, con el consiguiente sobre esfuerzo. Así se puede constatar en la foto de la familia Rios, que es imagen de este blog, en la que se puede observar como solo tira del pequeño tranvía de la derecha un animal. Lo mismo, se puede apreciar en la siguiente imagen:
Hubert Vafier. Plaza del mercado 1891.Tranvía tirado por un solo animal. |
Fotografía perteneciente a la colección particular de la familia Ojeda, publicada en el blog del Centro de Estudios Borjanos en 2016. De nuevo vemos como el tranvía es tirado por un solo animal. |
Jueves, 4 de junio de 1896 Heraldo de Aragón :
“Con fecha de ayer un vecino de
Zaragoza presentó al Gobernador Civil de la provincia, una razonada
comunicación, denunciando un hecho contra la empresa concesionaria de los
tranvías.
Dícesenos que la aludida carta
obedece a que varias personas que iban en el coche número 14, el domingo último
no pudieron llegar a la hora oportuna a los toros, porque en la Plaza del
Carmen se vieron precisados a hacer una parada de 20 minutos por las malas
condiciones de la caballería que arrastraba el coche expresado.”
Viernes, 5 de junio de 1896 Heraldo de Aragón:
“El Gobernador civil ha dado
las órdenes oportunas para que el subdelegado de veterinaria examine el ganado
de tranvías, con objeto de evitar la repetición de hechos como el ocurrido el
domingo pasado que motivó las justísimas quejas de los viajeros.
Buena falta hace que el gobernador
tome con energía cartas en el asunto de los tranvías y ponga los medios para
evitar los constantes abusos de la compañía belga.”
Por Nieves García-Arilla Oliver y Juan Antonio Peña Gonzalvo